Hay tantas razones para hacer una obra de arte como humanos en el mundo. Y está perfecto. Ninguna es inválida. Después están las circunstancias que hacen que una obra de arte conecte con uno y con otras personas. Me animo a hacer una lista de mis tres favoritas en ese sentido:
1-Urgencia por decir algo: si no sacamos esto de adentro algo malo nos va a pasar.
2- Madurez: momento en que entendimos algunas cosas que hace rato nos dan vueltas por la cabeza y tenemos claro qué, cómo y por qué lo queremos decir.
3- Estado de gracia: dominio de las herramientas y los medios que conocemos y manejamos, que hacen inevitable el momento de la creación.
Desde esta perspectiva acotada, cualquier hecho artístico generado por alguna de estas tres fuerzas motrices tiene una conexión más o menos garantizada con otros seres humanos. Si el encuentro entre obra y público no estuviera mediado por el sistema y sus algoritmos, no necesitaríamos nada más.
Siempre desde este razonamiento se puede decir que en Primitivo, el disco que Rodrigo Jávega eligió hacer en este contexto y este tiempo tan raro y tan común en simultáneo, aparecen las tres razones antes mencionadas. Obvio que mezcladas de una forma tan prolija y eficaz que exaspera, como todo lo que hace Jávega desde que lo conozco, hace más de treinta años.
Para hacer cualquier cosa, Jávega necesita primero entender el mecanismo de funcionamiento de esa cosa por su cuenta. Una vez que lo domina y se lo apropia, recién ahí empieza a hacer. Los que trabajan de esta manera ya son minoría en la Tierra, y la finitud de la vida humana hará que a cada segundo sean menos. Lo cierto es que en este momento de madurez entendió algunas cosas de la vida, del arte, del control de ciertos instrumentos, de su voz y de las palabras. Tuvo una necesidad angustiante de transmitirlo sin traicionar la sobriedad exasperante que lo caracteriza. En definitiva, no hay manera de que esta obra no genere conexión con aquellos que la escuchen entre el humo de los algoritmos del sistema.
Las canciones de este álbum Primitivo fueron compuestas entre 2016 y 2020, y grabadas en 2021. El disco fue mezclado por Juani Favre entre 2021 y 2022, quien además hizo grabaciones adicionales de voces, percusiones y participó en la post producción artística de los temas.
Texto de Andrés Conti
rodrigo jávega: guitarras, programaciones y voz.
nata rangone: teclados en la llama inquieta
juani Favre: mezcla y post producción, coros en casa, la llama inquieta y ventana, percusiones en la llama inquieta, el límite, incómodo y ventana